El escriba sagrado. Filosofia del origen de la Idea de escritura

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Descripción

El escriba sagrado. Filosofia del origen de la Idea de escritura
Mariano Arias
978-84-945382-6-1
Edición Eikasia/Brumaria

Hay dos formas humanas de enfrentar el conocimiento: la Naturaleza y el Libro. El Escriba Sagrado pregunta por los orígenes de la escritura. del Libro, desde su Idea filosófica, atendiendo a los primeros indicios de su implantación institucional. Se indaga sobre las condiciones materiales que permitieron instaurarla como sistema estructural, funcional y dominante en las sociedades del Oriente Medio, fundamentalmente en la cuenca de los ríos Tigris y Éufrates, hasta la implantación del alfabeto griego, y los modernos sistemas escriturales.
En continuidad con otras técnicas aparejadas con las primeras formas simbólicas, orales, tradicionales del relato, del mito, vigentes en la antigüedad, surgen con el Neolítico (-7.500) las formas pre-escriturales, las fichas de contabilidad, las denominadas bu/loe, en regímenes tribales, y en su caso Estados. Estudiada desde el espacio antropológico, la escritura establece una relación directa con la naturaleza (el mundo), con los otros, (la reflexividad también) y con los númenes religiosos, en su caso dioses bajo la forma del relato mítico y la dependencia técnica del narrador escriba, el sujeto operatorio. Se acude para ello al estado de la cuestión, es decir, a aquellas teorías o enfoques que han reflexionado acerca de la escritura: el judaísmo, el psicoanálisis, el estructuralismo derridiano, las teorías de Denisse Schmand Besserat o el propio concepto de producción, clave en el desarrollo de la investigación. La escritura modifica el espacio humano profundamente, incluso la historia. En particular, en el orden religioso el escriba queda inmerso en el orden de lo sagrado, se sacraliza suplantando progresivamente al politeísmo de los númenes en un proceso de racionalidad que llevará a la implantación del monoteísmo. Asimismo, la reflexión lógica, filosófica, geométrica, matemática e incluso poética sólo fueron posibles gracias a la escritura. Las consecuencias derivadas de tal surgimiento escritural abarcan no sólo el espectro de la filosofía académica sino otros ámbitos de las ciencias: las tecnologías, el arte y la literatura, con sus distintos géneros literarios. En la medida que la grafía le concede identidad a la escritura permite un proceso de abstracción hasta entonces desconocido por el mundo oral puro, y los nuevos soportes (cera, arcilla, papiro, pergamino o piedra) inciden directamente en el proceso de consolidación del pensamiento, de la reflexión, del modo de ser y actuación del individuo como persona en la sociedad.