Descripción
El fin de la educación
Ensayo de una filosofía materialista de la educación
Pablo Huerga Melcón
ISBN: 978-84-15203-46-9
2ª edición Oviedo 2024. 171pp.
Presentación
La literatura sobre la Escuela y la Educación es muy amplia. La mayor crítica que le podemos hacer es que es eso; literatura. Descartando la ingente producción pedagógica, que salvo raras excepciones (Piaget, Makarenko, Vigötsky,..), se podrían calificar de panfletos más que estudios disciplinares o académicos, cuestión que también podemos ver reflejada en obras filosóficas del tipo del Emilio de Rousseau (entendido como obra pedagógica). La mayoría de las grandes figuras de la Filosofía, tarde o temprano, se han enfrentado con la educación desde distintas perspectivas según sus intereses o
función que esta tiene en el propio sistema filosófico. Platón dedica varias obras a parte del Sofista o la República, donde se mezcla el método, la estructura social con la educación o Marx con sus Reflexiones de un Joven en La Elección de una Profesión (1835), presenta por citar un par de autores.
Pablo Huega, en esta tarea filosófica de roturar el mundo, recoge la mejor tradición filosófica situándose tanto en una verdadera filosofía de la Educación, como aplicando el método del materialismo filosófico o, como preferimos calificarlo nosotros, del constructivismo materialista, en el que se buscan las estructuras operativas que determinan los elementos esenciales de las transformaciones que se producen tanto desde el punto de vista sincrónico (necesario para distinguir la Educación o la Escuela frente a otros fenómenos culturales) y diacrónicamente (señalando las transformaciones pertinentes,
que no sólo nos permite señalar el origen, sino las fases o etapas). En este sentido, Pablo Huerga plantea la necesidad de distinguir situaciones genéricamente educativas, de las situaciones educativas genuinas: “Hablaremos de situaciones genéricamente educativas cuando aun reproduciendo un escenario aproximadamente educativo, el fin no es la formación de la persona, sino algún otro fin concreto por
determinar (entre ellos, quizá la formación de una casta que contribuya a la conservación del orden del Estado)” (p. 23). Lo que deberíamos tener en cuenta para estudiar la función que tiene la escuela cuando lleva algún tipo de adjetivo (escuela coránica, católica…). Por todo ello, opciones por las que el autor se decantan no son meros gustos o preferencias, sino el resultado de las definiciones y tesis previas, Escuela publica, dirigida al individuo…
No se trata en un prólogo de resumir el libro, pues nuestra tesis es que la gran aportación de Huerga es el establecer los parámetros básicos (las categorías) de un análisis de la educación y por tanto es libro que no sólo merece la pena ser leído, sino que debe leerse y a eso animamos al lector que ha llegado hasta aquí. El propio título juega con una ambivalencia que puede verse como una visión pesimista, muy lejana de nuestra interpretación de la aportación de Huerga con este ensayo sobre Filosofía de la educación. La palabra fin puede ser entendida como “el camino al que nos dirigimos”, tanto como “final”. Está dualidad muestra un componente de opcionalidad que podemos comparar con la construcción de un puente: este puede contener elementos estéticos y variaciones de diseño, pero no puede ignorar las leyes de la física que le son externas y sin las cuales se caerá. Es por ello que este libro se hace imprescindible para todos aquellos que tengan un interés sobre la educación (educadores, políticos, administradores…) y quieran hacer eso Educación.
En el propio desarrollo podemos ver una función desmitificadora, por ejemplo, la en la contradicción entre Educación y Estado con la concepción de una Educación globalizada, o, sin ir más lejos la dicotomía entre Educación pública y privada, oscurecida por la idea de libertad, cuando lo que se dirime son las posibilidades de esa libertad. La relación entre el Estado y la Educación se hace manifiesta y no coyuntural, en ese sentido se tienen que definir los fines que aplicar el materialismo no pueden ser cualquier tipo de fines. Cuestiones clásicas de la sociología o del propio marxismo como el tema de reproducción ideológica, quedan subsumidas o integradas en un marco superior que es el propio fin de la educación. La relación entre educación y Estado se hace con estos planteamientos dialéctica: si la educación (en el sentido fuerte de la palabra) supone la libertad en la medida que forma a las personas y esta solamente se da en las sociedades políticas, hace necesario que el Estado, en la medida que necesita de la Educación para sobrevivir como tal, deba implementar este tipo de Educación. En ese sentido, y esperando un nuevo libro prometido por el autor sobre este tema, la globalización en la medida que supera los Estados “pone en peligro precisamente la existencia de la propia educación pública tal como aquí se ha definido, y de la persona, como un fruto genuino” (p. 29). Hablamos entonces del segundo sentido de la palabra “fin”.
Está claro que este proceso de globalización, aunque sea por áreas de influencia o geoestratégicas, el conocimiento ha sufrido un proceso de transformación en el que se ha integrado en el proceso productivo y por tanto, como sugiere Huerga a lo largo de este ensayo, supone un cambio en el modelo educativo, que se encuentra íntimamente ligado a las herramientas que utilizamos para escribir (estilete, pluma, bolígrafo, máquina de escribir, ordenador…), y en este contexto, se desplaza el derecho moderno ilustrado de acceso a la enseñanza, hacia el control del conocimiento como fuerza productiva y su gestión como medio de producción, lo que supone que podemos formular un nuevo modelo de Educación para Elites y la subsunción de las masas en un programa pseudo educativo de entretenimiento como sugiere Huerga con las falsas escuelas. El libro de Huerga, publicado en 2009 y que ahora se reedita con un prólogo del autor, es el primeo que utiliza la metodología a la que nos referimos y sobre todo relacionando Educación y escritura. En este sentido también resulta muy interesante el trabajo de Mariano Arias titulado El Escriba sagrado, donde vuelve a sobre el tema de la escritura, desde un punto de vista del constructivismo materialista al que nos referimos anteriormente, utilizando algunas de las cuestiones planteadas en este ensayo.
La Educación, desde una perspectiva materialista estaría compuesta por un núcleo (la escritura), un cuerpo de la idea de educación venga mediado por las innovaciones técnicas que tienen lugar al respecto: La etapa amanuense, la etapa mecánica, y la etapa cibernética, y un curso, que tiene que ver con el propio desarrollo de la Escuela como institución social que es. Por supuesto, que las fases y etapas no se nos presentan de una forma armónica, superadora, sino con toda fuerza dialéctica, en la que unas partes se oponen a otras. La propia etapa cibernética es vista por Pablo Huerga como disolvente de la propia idea de Educación…
Insistimos que este libro y el enfoque que conlleva es necesario para poder analizar la Educación, alejándonos de falsos planteamientos que presentan la Escuela como la solución de todos los problemas y verla como un reflejo de la sociedad y, por tanto, una alarma de conflicto y no un agente productor del mismo o una medicina mágica para resolver los problemas sociales. Es por ello que se presenta esta segunda edición en digital que permitirá el acceso a nuevos lectores.
Román García
Índice
Presentación. Por Román García 9
Prólogo a la segunda edición de El fin de la educación. Ensayo de
una filosofía materialista de la educación 13
I. Introducción 17
PARTE I 25
Ensayo sobre la idea materialista de educación: núcleo, cuerpo y curso 27
III. El núcleo de la idea materialista de educación 31
1. Estado y educación: una paradoja 31
2. La educación está dirigida al Individuo: dialéctica individuo-persona 32
3. La personalización del individuo requiere del medio envolvente de las sociedades políticas, pero no es garantía de su estabilidad 35
4. La educación pública nace en Grecia 36
IV. El cuerpo de la idea materialista de la educación 39
1. Las escuelas: fines, planes y programas 39
2. El cuerpo de la educación 43
3. Técnica y Educación 45
4. Técnica y educación en la historia: teoría de las tres etapas 51
V. Nota sobre el despliegue histórico de la escuela 55
Corolario: Atenas frente a Esparta. Conclusiones en torno al debate sobre la escuela pública privada o estatal 67
VI. Las siete morfologías de la persona 75
1. La individualidad personal sólo es posible en algún sistema de clases 75
2. El curso de la Educación está en función del curso del «medio envolvente» 77
3. Siete morfologías de la persona 79
4. Una visión histórico-cultural del conflicto escolar 81
PARTE II. Ensayo sobre el curso de la educación como institución histórico-cultural 83
VII. El curso de la educación: de la polis a Tarzán 85
1. Primera figura: Grecia
2. Segunda figura: la crisis de la polis como crisis de la personalidad 89
3. Tercera figura: el cristianismo 93
4. Cuarta figura: el Renacimiento como crisis de personalidad 101
5. Quinta figura: la emergencia del plan alternativo de la personalidad. De la Reforma a la Ilustración 105
6. El Emilio de Rousseau está imbuido de espíritu puritano 111
VIII. Globalización y educación: del nuevo Prometeo al individuo flotante 119
1. Sexta figura: El nuevo Prometeo 119
2. El marxismo también creyó en el «hombre total» 123
3. La alternativa comunista al Estado es un fracaso 125
4. Los Estados comunistas conviven con los Estados del bienestar y todos confluyen en la revolución científico-tecnológica 128
5. La revolución científico-técnica y la educación, según el equipo de Radovan Richta 131
6. Pero la masificación de la Universidad no conduce al socialismo. Argumentos contra Manuel Sacristán 134
7. La superación del Estado no conduce necesariamente al socialismo 137
8. Hacia la séptima figura de la persona. El papel de los nuevos ideales de la enseñanza entre el comunismo y el capitalismo 140
9. Hacia la séptima figura: El fin del nuevo Prometeo 144
10. La rebelión de los consumidores 147
11. La Globalización contra el Estado 194
12. Educación y Globalización 154
IX. Notas para una conclusión provisional 161
Bibliografía citada